Cualquiera que esté familiarizado con esta serie de imágenes del “Arbeiter-Illustrierte-Zeitung” comprenderá aquí el procedimiento especial de Ballhauser: concretiza la miseria abstracta de las masas utilizando el ejemplo de una sola figura que, en privado, en la calle, en la ciudad , con colegas, es lo que hace que el caso individual sea tan especial. Se dice, no se interpreta. Al final del día, la fuerza restante, el sentimiento de unión de los trabajadores, se revela, sin adornos, un hecho. Como lo cuentan los Segher, donde, como en “Salvación”, puebla sus historias de personajes proletarios.
(Beicken, Peter, en: Solidarisches Sehen oder Weimars Ende in Hannover. Der Arbeiterphotograph Walter Ballhause, en: Die Horen, año 27, vol. 2 (1982), núm. 126, p. 63–70)
"Un día me encargó el "Kuckuck" un reportaje bajo el lema "Uno entre un millón". Eso fue en septiembre de 1932. [...] Entonces elegí a Karl con su familia y su situación de vida. [...]. Y ahora viene la parte esencial, es decir, [...] el arte de tipificar lo típico. Así que tuve que pensar en lo que es típico de un desempleado. Y pensé en estos motivos y los fotografié así. Los textos que he añadido a las fotos son míos. [...] Todo lo que se hizo fue añadir un bonito columpio aquí y allá."
(Walter Ballhause 1984, en: Entrevista con Hannes Schmidt (extractos publicados en: Medium, 1985, 11/12, p. 80 y ss.))
